liteporaquiliteporalla: 2. INFORME EXPOSITIVO.

EL REY ARTURO

Arturo nació en Gales el siglo VI. Héroe galo.

Fue nombrado por vez primera en el poema galo Gododdin (600 aprox.). más tarde vuelve a aparecer como capitán vencedor sobre los anglosajones en la obra de Nenius Historia Brittonum (800 aprox.), en Annales Cambriae (955 aprox.) y en otro poema galo del s. X El botín d’Annwfn. En el poema Culhwch y Olwen (1100 aprox.) presentan a Arturo como una imagen de héroe histórico, que se fue transformando y mezclando con elementos folklóricos, por medio de Geoffrey de Monmouth, autor de Historia Regum Britanae y Porphetia Merlini (1135), inmediatamente fuente de las obras de la materia de Bretaña. Con estas obras y con Chrétien de Troyes, la figura del rey Arturo y de los caballeros de la Mesa Redonda entró, por medio de Francia, en la corriente literaria europea, y constituyó el corpus medieval más basto.

Del Rey Arturo hay distintas teorías: una de ellas dice que nació un militar entre los siglos V y VI, en Inglaterra, aunque no se sabe el lugar exacto. Tenía el título de Duque de Bretaña, y dirigió a los ejércitos de los reyes para que lucharan por los terrenos que los romanos habían dejado.

Organizó a todos los guerreros, y montados a caballo, se enfrentaron a los sajones que también buscaban el poderío de los territorios romanos. Parece que ésta fue la primera orden de caballería de Arturo y la Mesa Redonda.

Otra teoría dice que fue un jefe tribal del clan de los cimbos, que lucharon contra los anglosajones; Ya que en los dialectos galeses y celtas Arturo o Artús significaba oso, ya que los druidas llamaban a la conestalación del Osa, el Carro de Arturo.

Además existen otras teorías que dicen que Arturo era un general romano, que se quedó en Bretaña después de que le abandonaran los suyos.

En realidad no se sabe si existió Arturo. Pero es cierto que hay muchas evocaciones celtas mezcladas con otras de cristianas.

El mítico rey Arturo era hijo de Uther, rey de un pequeño reino que se encontraba cerca de Gales, y de Igraine, Duquesa de Cornwall. Al poco de nacer, Arturo fue entregado a Merlín, que le puso bajo la protección de Héctor, vasallo de su padre, que le crío con su propio hijo Kay. Los tiempos estaban revueltos y el rey Uther murió pronto.

Merlín y el arzobispo de Canterbury acordaron una estrategia capaz de hacer que todos los nobles fueran obligados a respetar a un solo rey. Así que citaron a todos los barones del reino a Londres, y dijeron que sería Cristo quien eligiera al nuevo rey.

El día de Navidad fueron todos a la iglesia y al salir vieron una grande piedra en la que había clavada una espada con una inscripción que decía así: “ Aquel que fuera capaz de arrancarme de este sitio será por derecho de nacimiento rey de toda Bretaña”.

Así que todos los nobles del reino fueron ante la espada para probar suerte, así el día de año nuevo, en el que se celebraba un gran torneo.

En este torneo fue en el cual sir Kay se olvidó la espada y mandó a Arturo a buscarla. Pero Arturo no pudo encontrar la espada y se dirigió hacia la espada que había clavada en la piedra. Sin ningún tipo de esfuerzo, Arturo sacó de allí la espada y se la entregó al que creía su hermano. Entonces sir Kay dijo que había sido él quien había sacado la espada de su sitio. Pero su padre lo trajo delante de la Biblia y le hizo confesar. Después de la confusión sir Héctor le dijo a Arturo que dejara la espada en su sitio. Una vez echo, ni sir Héctor ni sir Kay pudieron sacarla de nuevo, pero Arturo la volvió a sacar sin dificultad alguna y juntos fueron a contárselo al arzobispo.

Una vez se terminaron los torneos, el día de Reyes, todos se dirigieron ante la espada, pero ninguno consiguió sacarla.

Pero los nobles se negaron a reconocer como rey a un muchacho de 16 años. Aún así, fueron cediendo poco a poco, y Arturo fue reconocido rey de Bretaña. En ese mismo día Arturo fue nombrado caballero y rey por el arzobispo.

El rey nombró senescal a sir Kay, condestable a Bawdin y chambelán a Ulfius.

Después de poner orden en su reino y de casarse con Ginebra se rodeó de valerosos caballeros, con los que creó la Orden de la Mesa Redonda.

Hizo jurar a todos sus caballeros ciertas normas para regirse, la primera de las cuales era la cortesía, e impuso como costumbre el de no comer.

Sus aventuras fueron numerosas y fue una figura de rey cristiano medieval.

Murió a manos de su sobrino Mordred. Fue enterrado junto a una pequeña ermita en medio del bosque, por lo cual no se sabe muy bien donde se enterró. Juntó a él enterró Lanzarote a Ginebra cuando ésta murió.

Otras versiones dicen que Arturo no murió sino que fue a Avalón, y allí fue curado y a la espera de nuevas aventuras como las que cuenta Miguel Ángel Moleón en su libro El rey Arturo cabalga de nuevo, más o menos.

Nos cuenta que una pequeña salamandra del fuego fue al castillo del Ducle Descanso, lugar donde se encontraba Arturo. Y le encendió la ilusión de nuevo.

Y así, junto a Merlín, Carmina (caballero de la Oca, nuevo en la orden de la Mesa Redonda), Tintagel (rey de los faunos), Angriote (titán de gran estatura) y Dindondel, quien componía el romance del Rey Arturo el que cabalga de nuevo; Arturo vivirá un millón de aventuras y conocerá todos los rincones de Avalón. Además de los personajes mencionados, aparecen también las druidesas y Aurobindo Aenobarbín, rey de los enanos Merlín volverá a luchar contra la oscura y maligna Viviana, la bruja.

Y todos juntos van en busca de un caldero mágico que es capaz de conceder cualquier deseo que le pidas al instante. El famoso caldero de Quimpercorentín, que guarda el nigromante Brumante Tanabrús. Y cuando llegaron hasta él, todos los de la compañía pidieron sus más profundos deseos al caldero mágico.